Una historia brutal y honesta de supervivencia y resiliencia humana durante la Segunda Guerra Mundial

Manny Steinberg (1925-2015) pasó su adolescencia en los campos de concentración de la Alemania nazi, y, milagrosamente, sobrevivió a lo que mató a millones. Esta es su historia. Steinberg se fijó en que, en el gueto judío de Radom (Polonia) donde había nacido, las personas judías estaban de cada vez más marginadas. En septiembre de 1939, con la invasión nazi, la pesadilla empezó. La población judía de la ciudad no tuvo ninguna oportunidad de escapar, y se enfrentó a la inanición, la tortura, el abuso sexual y, finalmente, a la deportación.

Un grito de protesta: memorias del Holocausto es el relato cándido de un adolescente que sobrevivió a cuatro campos nazis: Dachau, Auschwitz, Vaihingen an der Enz y Neckargerach.

Stanley, el hermano de Manny Steinberg, saltó del vagón de ganado que lo llevaba al campo de exterminio donde morirían su madre y su hermano pequeño. Desesperado, solo y hambriento, Stanley esperó en el exterior del recinto para ver a Manny y a su padre y, una vez descubrió que estaban entre los prisioneros, se entregó. Los días estaban marcados por el hambre, el frío, el trabajo duro y el miedo, pero saber que otros miembros de la familia estaban en el mismo campo los mantuvo con vida. Como hacer saber su relación habría significado la muerte, fingieron ser completos desconocidos.

Manny Steinberg cuenta como le sirvieron carne humana y lo obligaron a rapar a cadáveres de mujeres y arrancarles los dientes. Con una foto de su querida madre guardada en el zapato de madera, milagrosamente sobrevivió al terror de los campos de concentración alemanes, junto con su padre y su hermano.

Cuando los estadounidenses llegaron en abril de 1945, Manny era poco más que un esqueleto en vida, tenía varias costillas rotas y una enfermedad pulmonar grave, e iba vestido con solo una manta sucia y hecha trizas.

Steinberg escribió esta autobiografía que ha sido premiada para cumplir una promesa que se hizo a sí mismo durante los primeros días de libertad. Al publicar sus memorias del Holocausto, quería asegurarse de que el mundo no olvidaría nunca lo que pasó durante la Segunda Guerra Mundial en Europa. La narración es personal, clara y directa. La historia, basada en Polonia y Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, está contada a través de los ojos de un hombre mayor que se fuerza a revivir los años de intenso sufrimiento. Es una crónica de la crueldad humana, pero también un testimonio del poder del amor y la esperanza. Un grito de protesta: memorias del Holocausto se ha convertido en un clásico de la literatura del Holocausto y la supervivencia humana, y es una lectura recomendada para universitarios y las generaciones más jóvenes en general.